domingo, 21 de junio de 2020

Dios nos da Poder - Historía de Elias - Domingo 21 Junio



Hola chicos! Dios les bendiga a todos!

Hoy veremos la historia de cuándo Dios lleva a Elías al cielo y que podemos aprender de ella.

Qué les parece si iniciamos haciendo una actividad?

La llamaremos El poder de la batería
Buscaremos un foco y sus baterías. Con ayuda de sus padres intenten conectar las terminales del foco con las de la batería. El foco se encenderá cuando se conecte con la batería. 

Ahora intentemos responder estas preguntas:

¿Cuándo brilló la luz del foco?
¿Por qué no se prendió cuando estaba separado de la batería?
¿Qué preferirían tener, una luz brillante o un foco sin luz?

Esta lámpara o foco que funciona con baterías es como nosotros. No puede dar luz si no está conectada a la batería. La batería es como Jesús. Cuando estamos conectados a él, nos da su poder para hacer buenas cosas para él. Y eso nos lleva a nuestro mensaje de hoy:  DIOS NOS DA PODER


*Historia*
Elías se levantó. Una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro arrugado. ¡Hoy era el día! Sintió un poco de dolor y molestia en sus viejos huesos mientras salía de la cama. Pero el dolor y la incomodidad no le causaba ninguna molestia. ¡Hoy era el día! Este era su último día aquí en la tierra. Dios se lo había dicho. ¡Hoy Dios llevaría a Elías al hogar en el cielo! Elías (el profeta) y su ayudante especial Eliseo (el amigo del profeta) tomaron su desayuno. Comieron pan y fruta. 

 —Voy a Betel a visitar la Escuela de los Profetas —dijo Elías. Quédate aquí. Pero Eliseo también sabía que este era el último día de Elías sobre la tierra. —¡No te dejaré! —exclamó Eliseo. Yo también iré. Elías y Eliseo iniciaron el viaje. 

El cálido sol brillaba sobre sus cabezas. Algunas veces paraban para hablar con la gente. Todo el día Eliseo mantuvo los ojos puestos en su mejor amigo Elías mientras caminaban juntos a lo largo del sendero. 

¡Hoy, Dios vendría para llevarse a Elías! Eliseo ¡no quería perdérselo! Los dos amigos caminaban lentamente a través del campo, hablando de diversas cosas. Llegaron al río Jordán. El río era profundo. No había puente. ¿Qué harían? ¿Cómo lo cruzarían? Elías se quitó su manto. Lo enrolló y golpeó el agua con él. Y el agua del río Jordán se dividió. ¡Había un sendero seco para que pudieran cruzar! 

Repentinamente apareció una carroza de fuego. Estaba tirada por caballos de fuego. Elías entró en la carroza y fue levantado hacia el cielo por un fuerte viento llamado torbellino.  Elías soltó su manto mientras era llevado al cielo. Eliseo recibió el manto. Miró al cielo. Miró con toda la intensidad que podía, pero la carroza y los caballos de fuego, y su amigo Elías, ¡habían desaparecido! Lo único que se veía era el cielo azul.

 Era hora de que Eliseo regresara a casa. Eliseo caminó de regreso al río Jordán. Se paró. Enrolló el manto de Elías, así como Elías había hecho, y golpeó el agua con él. ¡Inmediatamente el agua se dividió! Volvió a cruzar el río Jordán por el sendero seco. Ahora estaba seguro que llevaría a cabo la obra de Elías. Sabía que Dios le había dado su poder.





*Conclusión*
Dios desea dar su poder a todos los que le pertenecen y piden su gracia. También nosotros pertenecemos a Dios y podemos tener su poder en nuestras vidas. 

Jesús nos da poder cada día; poder para hacer el bien, para ayudar a otros. 

¿Qué les gustaría hacer para Jesús hoy? 

Ahora repite conmigo: “Jesús por favor dame poder para ________”.  completa la oración y luego agradezcamos a Dios por lo que nos da.

!Dios les bendiga!
*Tía Rosmery*







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